Crónicas de la Era Eldiana para el Viajero entre Mundos
Una tierra es conocida no solo por sus montañas y ríos, sino por las cicatrices que el tiempo ha dejado en su alma y las sombras que acechan en la memoria de sus gentes. Para comprender Thyrkur y la Era Eldiana, el thyriano culto debe mirar atrás, mucho más atrás de lo que registran los cantos de sus antepasados, hacia una Era oscura y terrible en Unah, el mundo que ahora llamamos Tierra.
PARA EL JUGADOR: Esta es una pieza de trasfondo (o lore) sobre el origen del mal en la Era Eldiana y la historia de los Sherets, una antigua raza demoníaca cuyos secretos aún resuenan en el presente.
La Larga Noche de Unah
Antes de que el primer thyriano pisara el suelo de Thyrkur, antes siquiera de que los dioses cantaran las estrellas en su sitio, hubo una Era de Oscuridad en Unah. Fue un tiempo medido no en siglos, sino en el lento rechinar de continentes, una edad geológica sumida en la desesperación. Fue entonces cuando llegó el mal, no como un ladrón en la noche, sino como una plaga reptante venida del vacío insondable.
Los thyrianos la conocen por muchos nombres susurrados con temor: Shirama, la Gran Serpiente; Seth, el devorador; Najásh, la tentación primigenia. Pero su esencia es una: un gusano infinito de apetito cósmico que llegó a un mundo joven y lo subyugó con su sola presencia.
Esta no era una guerra de hombres, pues los hombres aún no existían. Fue una lucha entre la oscuridad reptante y los primeros hijos de Unah: los Ilum, criaturas de luz pura y canción, a quienes ahora veneramos como los ángeles de un tiempo olvidado. Los Sherets, la progenie infernal de la Gran Serpiente, esclavizaron a los Ilum y su Era de Tiranía pareció eterna… hasta que los cielos mismos aullaron en protesta. Una estrella rota, un cometa vengador, impactó contra Unah y el fuego celestial barrió el mundo, poniendo fin al reinado de los dinosaurios y al imperio de los Sherets hace unos 65 millones de años.(Visto desde nuestra propia percepción actual, no desde la de los Thyrianos)
La Progenie de la Serpiente y el Origen de los Sherets
¿Cómo eran estos demonios cuyo poder doblegó a un mundo? Su linaje era tan monstruoso como sus actos.
Shirama, la madre-gusano, crecía sin fin, minando las profundidades de la tierra como un cáncer en las entrañas del planeta. Cuando su tamaño rivalizaba con el de las propias montañas, su cuerpo se partía en dos. De una de esas mitades nació su primer hijo, el padre-dragón Mushussu, el rey alado de los cielos. Mientras la madre reinaba en la oscuridad de abajo, el hijo depredaba en la luz de arriba.
En la noche más larga del año, madre e hijo se unían en un abrazo profano para engendrar a su estirpe: la clase noble de los Sherets. Estos primeros hijos, híbridos de dragón y gusano, eran seres de gran poder e intelecto perverso. Usando las oscuras artes enseñadas por su madre, abrieron portales a planos de bajas vibraciones, invocando a legiones de demonios menores que se convirtieron en sus siervos y soldados.
Los nobles Sherets se dedicaron con fervor a la experimentación. Tomaron la misma esencia de la vida, a los Ilum, y los retorcieron, estudiaron y desmembraron no por necesidad, sino por el puro afán de dominar los secretos de la creación. De estos horrores aprendieron a dominar los elementos, a invocar criaturas de otros planos y a atar las fuerzas de la naturaleza a su voluntad.
El Sherético y el Libro Prohibido: «La Era SheRaNu»
Estos demonios reptilianos no escribían con runas. Su lenguaje, el Sherético, era una lengua de siseos y símbolos complejos, diseñada para comandar a seres inferiores y doblegar la realidad. El Sherético «moderno» que estudian los sabios es una versión diluida, la que se usaba en sus escritos. El Sherético antiguo, el lenguaje hablado, era una verdadera arma en sí misma.
Todo este poder, toda su ciencia profana y sus rituales diabólicos, fueron compilados en un único y blasfemo tomo: «La Era SheRaNu». No es un libro de páginas, sino la colección de todos los grabados, estelas y monolitos que se han encontrado de aquella era perdida.
Este tomo es el objeto más deseado y temido de la Era Eldiana. Aunque ninguna raza posee una copia completa, fragmentos y malas traducciones circulan como veneno entre las culturas más retorcidas y corruptas. Dentro de sus páginas se encuentran los secretos para invocar a los propios Sherets desde el plano oscuro al que huyeron tras su derrota, y las claves para dominar la materia y los elementos como ellos lo hicieron.
En la cultura Thyriana, el tomo está casi prohibido. Solo los Enki más audaces, los Ensi de mayor rango y ciertos Caballeros de la Orden se atreven a estudiar los fragmentos que poseen, protegidos por su fe y su voluntad de acero. Lo hacen no por sed de poder, sino para comprender al enemigo antiguo, pues saben que la sombra de los Sherets es larga, y su memoria, infinita.
🛡️ Advertencia para los jugadores
Si llevas un personaje thyriano, debes saber que tu pueblo conoce esta historia como parte de su educación básica. No es mito, es historia. Los Sherets existieron. El Sherético es real. Y el plano Sherético sigue activo, aunque sellado por los antiguos pactos.
Tu personaje puede tener acceso a fragmentos del saber perdido, pero debe tratarlo con respeto y precaución. El conocimiento de los Sherets corrompe, y su poder devora.
⚔️ Únete a la aventura en Discord
¿Quieres explorar los misterios de Unah, enfrentarte a los Sherets, y encarnar a un auténtico Thyriano en la Era Eldiana? En nuestro servidor de Discord, jugamos Rol Escrito con el sistema Mythras, adaptado especialmente al mundo ancestral de los thyrianos.
